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Key 1
Hoy es Domingo, el Día del Señor
DOMINGO XXXII DE DURANTE EL AÑO Misa a las 12 del mediodía, cantada por los asistentes y con acompañamiento de órgano. Como siempre, os agradecemos vuestra participación muy valiosa. La comunidad cristiana de Sant Martí d'Empúries da la bienvenida y recibe con alegría a todos y a cada uno de los visitantes y participantes de cualquiera nacionalidad y religión. * * * * * COMENTARIO: Con la gracia de una buena esperanza El misterio de la muerte es la sacudida más imponente al deseo de vida que reclama nuestro ser. El callejón sin salida que quiere aniquilar el anhelo de eternidad del corazón de hombres y mujeres. La cuestión que nos infunde más respeto y temor. Y es en este punto donde la fe en Dios vivo de Jesucristo nos ilumina y conforta. La confianza llena en las palabras de Jesús nos llevan la gracia de una buena esperanza: ¡resucitaremos! Para situarnos con más objetividad ante el texto evangélico de hoy nos será necesario tener bien presente que, a lo largo del Antiguo Testamento, las primeras referencias a la fe explicita en la vida eterna son mucho tardas y no las encontramos hasta el libro de Daniel (12,2) y en el de la primera lectura de hoy, escritos en el siglo II aC. De aquí el debate entre fariseos y saduceos y la intervención pedagógica de Jesús. ¡Verdaderamente, es con el Cristo que nos llega la plenitud de la revelación! Dios, ciertamente, nos ha creado para la vida eterna, pero tenemos que saber que la vida en el paraíso en nada se parecerá a la vida de la tierra que conocemos, porque seremos "hijos de Dios resucitados". Y todo aquello que por amor hayamos cultivado en nuestra vida, en el cielo encontrará la plenitud. Y en esta culminación, nuestra nueva vida disfrutará de la inimaginable intimidad de Dios, participando de su luminosa presencia, de la visión inefable de la Trinidad gloriosa. Y nos entregaremos, "como los ángeles", al gozo inenarrable de la alabanza y acción de gracias al Padre, por el Hijo y en el Espíritu Santo. Y la muerte, con todo su misterio, pavor y miedo, para siempre vencido, nada podrá hacernos, porque Dios es Dios de vivos y nos ha dado palabra. Y es tan grande el amor que tiene a sus criaturas, los hombres, que no puede permitir que los lazos de la nueva y eterna Alianza, sellada con la sangre de su Hijo Único, puedan romperse. ¡Sí, estamos hechos para la Vida! ¡Pues, vivamosla ya desde ahora! |