El día primero de Agosto, a Iglesia de Girona celebra la fiesta del mártir san Félix, conocido con el apodo de Africano, por su supuesta procedencia de Mauritania. Evangelizó en tierras gerundenses y fue martirizado cuando formaba parte de la naciente comunidad cristiana de nuestra ciudad, en torno al año 303. Está documentado en la obra del poeta Prudencio. Y se encuentran noticias en una Passio más tardía. La tradición recuerda como su cuerpo fue arrojado al mar, atado con una piedra de molino, en Sant Feliu de Guixols.
Así figura en su iconografía. Entre otras obras, encontramos esta cruenta escena en una de las tablas procedente del antiguo retablo mayor de la Basílica de Sant Feliu, que actualmente está depositada en el Museo de Arte de Girona.
Junto con san Narciso, pero aún mejor documentado que el patrón de Girona, Feliu tiene un papel muy notable en la cristianización de estas tierras. Aquella pequeña comunidad que se reunía en las catacumbas que se suponen situadas en el espacio que ocupa ahora la Basílica de Sant Feliu, constituye la base y fundamento de la Girona cristiana.
Por lo tanto el mártir san Felix es una figura relevante en el origen del cristianismo en nuestro país. Hecho que justifica que sea recordado como fiesta en la liturgia local.
Enric Mirambell, en el "Suplemento Hoja Parroquial", de las parroquias del Carmen / Mercadal, Diócesis de Girona, 28/07/2019