Hoy es Domingo, el Día del Señor

Datos del evento
Tipo: 
Celebración
Fecha: 
22/03/2009 - 12:00

 

 

 

DOMINGO IV DE CUARESMA 

 

Misa a las 12 del mediodía, cantada por los asistentes y con acompañamiento de órgano.

Como siempre, os agradecemos vuestra participación muy valiosa.

La comunidad cristiana de Sant Martí d'Empúries da la bienvenida y recibe con alegría a todos y a cada uno de los visitantes y participantes de cualquiera nacionalidad y religión.

 

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COMENTARIO:

La llave de nuestra fe

Nuestra vida de creyentes descansa en un profundo misterio: Dios nos ama. Y nos ama tanto que nos ha entregado su propio Hijo. El evangelio de hoy nos da la llave de nuestra fe: Jesucristo. Para que no se pierda ninguno de los que ceen en El, Dios se lo juega todo. ¡Para que ninguno no se pierda, ninguno! Dios ama, personalmente, a cada una y a cada uno de las mujeres y los hombres del mundo tan intensamente, con tanta profundidad y tan inmensamente que no ha dudado en entregarnos su Hijo para nuestra salvación. Así de sencillo: porque nos ama. No hay otra razón: Dios que es rico en amor nos ha dado la vida.

Creer en el amor de Dios, manifestado en Jesucristo, es el centro de nuestra fe. Creer que Dios ama al mundo y a todas las personas, es el núcleo del evangelio. Y, al hablar de amor, no puede faltar la cruz: el Hijo del hombre debe ser elevado. La cruz es su prueba. Del verdadero amor. De la verdadera victoria.

Trátase de creer en su amor. De mirar fijamente la cruz de Cristo. El amor anonadado, traicionado, aniquilado. El amor fiel. El amor clavado en un patíbulo de infamia. El amor elevado: el único que puede salvarnos. ¡Pero es necesario creer! Su poder de curar, de salvar, de dar vida eterna, está ligado a la fe: los que creen en El. Es uno mismo quien se juzga, quien decide aceptar la fe o rechazarla: creer o no en el amor manifestado en Cristo.

La salvación es obra de Jesucristo. La fe es un don gratuito. Pero entregarnos a unas buenas obras es algo nuestro. Creer en su amor significa vivir como El. Dejar huellas de su rastro. Perdonar. Ayudar. Amar. Ser luz del Dios rico en misericordia.