Hoy es Domingo, el Día del Señor

Datos del evento
Tipo: 
Celebración
Fecha: 
08/03/2009 - 12:00

 

DOMINGO II DE CUARESMA 

Misa a las 12 del mediodía, cantada por los asistentes y con acompañamiento de órgano.

Como siempre, os agradecemos vuestra participación muy valiosa.

La comunidad cristiana de Sant Martí d'Empúries da la bienvenida y recibe con alegría a todos y a cada uno de los visitantes y participantes de cualquiera nacionalidad y religión.

 

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COMENTARIO:

La seriedad de la fe

Después de leer la primera lectura tan dificil de entender a no ser que sea una parábola didáctica, ("misericordia quiero y no sacrificios" -Mt.9,13-, recordará Jesús) hoy es un buen día para preguntarnos: ¿porqué nos cuesta tanto confiar en Dios? Si es nuestro Padre, ¿porqué no nos ponemos en sus manos sin rodeos y dejamos que se haga su voluntad?

Debemos admitir que la fe obediente de Abraam es la prueba determinante que más nos cuesta superar. Tenemos miedo decirle "sí" porque nos damos cuenta que es un "sí" que no tiene fin, y desconocemos su paradero. Dios que, por amor a los hombres y por nuestra salvación, no ha liberado de la cruz a su propio Hijo; tememos que este mismo Dios que, en Jesucristo nos lo da todo, sin reserva, se abata sobre nosotros con su exigencia. Nos amedrenta su cruz, tememos Getsemaní. No lo entendemos.

Los tres discípulos también se desentienden del sufrimiento y de la muerte. ¡Están tan a gusto allá en la montaña contemplando la gloria del resucitado! La tentación de construir allí tres tiendas es nuestra propia tentación. Y la tentación de nuestras comunidades cuando nos aislamos y no respaldamos al hombre que padece, al marginado, al que sufre. Cuando no queremos descender de nuestra propia montaña para estar en la cabecera de los que más padecen, para compartir su suerte y caminar con los más débiles de este nuestro mundo.

La fe es una cuestión muy seria que nos podemos vivir a la ligera. Quizás todo canbiaría si nuestra mirada fuera penetrante y supiéramos ver en nuestros hermanos la luz de Jesús transfigurado que ilumina nuestra fe y nuestros pasos. Pidámosle de todo corazón.