A las 5 de la tarde:

Memorial de la Pasión del Señor

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COMENTARIO:

Hoy escuchamos, en la celebración litúrgica del Viernes Santo, la Pasión de Jesús, narrada en el evangelio de Juan. Actualiza los momentos más dramáticos, más trágicos de la vida del Maestro, empezando por la traición de uno de sus íntimos, de sus mejores amigos, y la negación y abandono del resto. El dolor y el sufrimiento son difíciles, mucho más si estás o te sientes solo.

La angustia, la enfermedad, el dolor, la muerte ... son connaturales al ser humano. Por más que, en nuestra sociedad actual, los intentamos disimular, esconder, eludir. Jesucristo se ha solidarizado con el sufrimiento humano, ha querido compartirlo e incluso sufrirlo en sus propias carnes, sin paliativos. Esto lo recordamos cada Viernes Santo y, también, en cada Eucaristía. Aunque realmente es esperanzador que el mal, el sufrimiento, la muerte no son la última palabra de la existentes humana.

Jesús muere en la cruz, por fidelidad al camino de Dios, por fidelidad a todo lo que ha hecho y enseñado. Y así nos abre, a nosotros y a toda la humanidad, la puerta de la vida para siempre.

Esperamos, pues, la resurrección, la Pascua definitiva. Dios siempre está a nuestro lado, es el Dios de la Vida.

El Crucificado, solidario con el sufrimiento humano