Conmemoración de todos los fieles difuntos

Datos del evento
Tipo: 
Celebración
Fecha: 
02/11/2010 - 00:00

 

HOY NO HAY MISA 

EN ESTA PARROQUIA DE

SANT MARTÍ D'EMPÚRIES 

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COMENTARIO:

Jesucristo camino, verdad y vida

Hoy la Iglesia nos invita a hacer memoria de nuestros fieles difuntos, mejor dicho, a rogar para ellos, haciendo presente desde la fe y con esperanza los lazos indestructibles de amor que nos unen. La muerte es el misterio de ruptura más imponente que tenemos que afrontar. Por eso, para muchos es el final, y oímos que dicen: "todo se ha acabado". Los cristianos, sin embargo, en llegar la hora, a pesar de su oscuridad y su soledad, tendremos que decir con Jesús: "todo se ha cumplido" (Jn 19, 30). Y con este canto de victoria, dejaremos que la muerte vencida haga su camino. Porque, desde nuestra debilidad, la fe en la resurrección nos da la fuerza y el convencimiento de que, con el paso de la muerte, se nos abre una vida insólita en la casa del Padre, gracias a Cristo, nuestro Redemptor.

¡Con qué fuerza lo proclama el prefacio de la misa de hoy!. "El, uno solo, Cristo Señor nuestro, murió, para que no muriéramos todos nosotros. Él, uno solo, se dignó sufrir la muerte, para que todos viviéramos para Vos eternamente". Es el Señor, "camino, verdad y vida", solidario con nuestra suerte.

Que se hace tan próximo a nosotros que ocupa nuestro lugar, a fin de que nosotros podamos ocupar el suyo. Si Jesús quiso llegar al final fue para apoyarnos a nosotros y acompañarnos en la Vida,  entrando con Él a la meta.

San Pablo no deja de recordarnoslo: "tenemos nuestra ciudadanía en el cielo". Está donde nos esperan nuestros parientes, amigos, vecinos y conocidos difuntos, especialmente amados y que han tenido una particular incidencia en nuestras vidas. Por eso hacemos conmemoración en este día. Por eso pedimos que "el Senyor configure su pobre cuerpo en el cuerpo de Cristo glorioso", ya que tenemos la promesa de vivir allí donde él vive.

Tal como Jesús murió y resucitó, también Dios se llevará con Jesús a los que han muerto con él. Todos son de Adán, y por eso todos mueren, pero todos vivirán gracias a Cristo (1 Té 4,14 y 1 Co 15,22).