Domingo, Enero 16 2011

Esdeveniment
« anteriorDomingo, Enero 16 2011siguiente »
Key 1

Hoy es Domingo, el Día del Señor

Datos del evento
Tipo: 
Celebración
Fecha: 
16/01/2011 - 12:00

DOMINGO II DEL TIEMPO ORDINARIO 

Misa a las 12 del mediodía, cantada por los asistentes y con acompañamiento de órgano.

Como siempre, os agradecemos vuestra participación muy valiosa.

La comunidad cristiana de Sant Martí d'Empúries da la bienvenida y recibe con alegría a todos y a cada uno de los visitantes y participantes de cualquier nacionalidad y religión.

 

                                                   *  *  *  *  *

COMENTARIO:

La fe que nace del testimonio

La obra de la fe es la más digna de ser esparcida en todas partes. Proclamarla por todas partes es un compromiso ineludible del creyente. Un deber inherente al hecho mismo de creer.

Juan da testimonio con una firmeza sorprendente, refiriéndose a Jesús con un nombre tan enigmático como rico en significado: "Mirad el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo".

Con esta referencia al sirviente sufriente (Is 53,6-7), Juan indica a sus propios discípulos a qué nuevo maestro conviene que sigan. Y, como aquel quien dice, se los trae de la mano. Y los invita a fijar en él la mirada. Su testigo suscita el seguimiento: "Cuando aquellos dos discípulos lo sintieron hablar así, siguieron Jesús" (v. 37).

Hoy es un buen día para revisar el compromiso que tenemos de señalar Jesús a quienes nos rodean. De mostrarles su paso. De hacer que fijen en él la mirada. De anunciarles nuestro Salvador. El único que verdaderamente nos libera. Quien carga en su espalda nuestros pecados y da la vida por nuestro amor.

Y lo tenemos que hacer con un comportamiento digno del verdadero discípulo, sabiendo que sólo somos instrumentos en manos del Espíritu Santo: ¡dejemos que haga Él su trabajo! Y nosotros, no queramos interferir ni gallear de maestros, ni presumir de poseer la verdad, como los que venden seguridad o transfieren conocimientos, llenándose la boca con retóricas.

Hace falta que seamos humildes como Juan para confesar que conocer a Cristo es un camino que nunca se acaba, que lo tiene que hacer cada cual, y mientras lo recorremos, si lo hacemos con corazón sincero y agradecido, dejaremos su rastro, el gusto de vivir con Él, de descubrir su rostro, de disfrutar de su amor y experimentaremos el honor de llevar su cruz.