DOMINGO III DE PASCUA 

Misa a las 12 del mediodía, cantada por los asistentes y con acompañamiento de órgano.

Como siempre, os agradecemos vuestra participación muy valiosa.

La comunidad cristiana de Sant Martí d'Empúries da la bienvenida y recibe con alegría a todos y a cada uno de los visitantes y participantes de cualquiera nacionalidad y religión.

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COMENTARIO:

  Señor, os alabaré siempre

  Del cielo nuevo y la tierra nueva Cristo resucitado es el centro. "Miles y miríades de miríades" lo celebran en la liturgia celestial: "¡ ... fuerza, honor, gloria y alabanza" al Cordero! Millones y miles de millones lo proclaman en la liturgia de la Iglesia: "Por Él, con Él y en Él...". Y toda la asamblea aclama: AMÉN. Este Amén es el mismo grito de alabanza en el cielo y en la tierra: es el Cristo-Amén, muerto y resucitado, que el Padre ha constituido Señor de cielos y tierra, por los siglos de los siglos.

  Pero el Cristo glorioso que se sienta a la derecha del Padre, no se ha desdicho ni se ha desentendido de nosotros. Está tan cerca y se hace tan encontradizo que prepara el desayuno de sus amigos. ¡Pobres de nosotros si nos dejara! ¡Y pobres de nosotros cuando le dejemos!

  El episodio evangélico, rico en simbolismos, nos habla. La escena, cerca del Tiberíades, está llena de recuerdos del primer llamamiento: el pasaje familiar, la barca, las redes, la mirada del Rabino que pasaba, las cuatro de la tarde...(Jn 1,39). Ahora, juntos, a iniciativa de Pedro, vuelven, "pero aquella noche no pescaron nada". Mucho se empeñan, pero es una hora oscura, y les falta Cristo, que es la luz. Tenemos que aprender que de noche y sin Él no podemos hacer nada (Jn 15,5). Es con Jesús que llega la claridad pascual, el alba de la nueva creación, del tiempo del Espíritu, de la humanidad nueva, creada a semblanza de su imagen gloriosa.

  No puede haber misión sin fuerza del Espíritu. Las aventuras autosuficientes son en balde. Necesitamos la luz del Señor y ser dóciles a sus indicaciones, que nunca nos faltan. Y tener los ojos limpios, lavados en la claridad de la plegaria, para saberlo ver cerca del mar de su infinito amor y de nuestra clamorosa indigencia.

Thomas Brodie y, hermana, Emily Grace Henrici Fernández, de Witham (Reino Unido).

¡La enhorabuena a sus padres Thomas Gordon y Nuria y familiares!