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Key 1
Viernes Santo
A las 5 de la tarde: Memorial de la Pasión del Señor * * * * * COMENTARIO: La cruz de Jesús En la cruz de Jesús encontramos el valor supremo del amor. Con su muerte, abrazada libremente, nace la nueva humanidad de redimidos. Su amor nos atrapa, nos acoge y nos presenta al Padre, vestidos con su vestido, para entrar en el convite de bodas. La misteriosa profundidad del amor de Cristo no la podemos entender ni abarcar si no pedimos con fe la ayuda del Espíritu Santo. La fe, don gratuito de Dios, que hace estancia en nuestra interioridad más pregona, siempre que lo acogemos con sencillez y amor, es la clave de bóveda. Y la luz del Espíritu, que ilumina nuestra fe, nos lleva al convencimiento de que Jesús nos ha rescatado de la muerte y nos ha entregado a la vida nueva de Dios. Su vida nadie no la toma, es él quien la da libremente y por amor. Por eso Jesús se ha entregado hasta el extremo y se ha puesto en manos de los pecadores, con plena libertad, con el fin de experimentar como nosotros nuestra propia muerte, en la forma y condición más extrema y execrable: la cruz. ¡Así es como nos ha querido decir con qué amor nos ama! Si el dolor y la muerte imperan por todas partes por causa del pecado y afectan a toda la humanidad pecadora, Jesús que no tenía pecado y que poseía la plenitud de la Vida divina, por amor solidario con todos los hombres y mujeres de este mundo, quiso compartir nuestra suerte, llegando hasta el extremo, bajando hasta el último peldaño de nuestra condición mortal, llevando a sus hombros y haciendo suyas nuestras miserias y enfermedades. La salvación realizada por Cristo nos pone en comunión con Dios. En su cruz nace el hombre nuevo, hecho a imagen y semblanza de su Hijo, Jesucristo Nuestro Señor, que ha vencido la muerte y nos ha situado en el camino de la nueva vida del Espíritu. |