LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR 

Misa a las 12 del mediodía, cantada por los asistentes y con acompañamiento de órgano.

Como siempre, os agradecemos vuestra participación muy valiosa.

La comunidad cristiana de Sant Martí d'Empúries da la bienvenida y recibe con alegría a todos y a cada uno de los visitantes y participantes de cualquiera nacionalidad y religión.

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COMENTARIO: (Mc 16,15-20)

Está sentado a la derecha de Dios

El Señor Jesús, delante de sus discípulos, se elevó hacia el cielo, hasta sentarse a la derecha del Padre. Es la victoria total. La Libertad ganada definitivamente y para siempre. La suya y la de todos nosotros. Porque se hizo Sirviente de la voluntad del Padre. Y se dejó conducir por el Espíritu por el camino del amor. Hasta dar libremente la vida para nuestra salvación.

En la tierra aguarda la Iglesia, con el encargo de proclamar el evangelio por todas partes. Su ausencia parece desconcertar a los primeros discípulos, entre adormecidos y sorprendidos. El restablecimiento de la realeza de Israel que esperaban, aun no se había realizado. Todo seguía como siempre y El ya no estaba. Pero les quedaba una promesa: recibiréis la fuerza del Espíritu Santo. Y una constatación: el Señor cooperaba con ellos y confirmaba mediante signos su predicación.

He aquí dibujado nuestro propio panorama contradictorio: El ausente, inalcanzable en su asiento celestial, alejado de las calamidades de nuestro valle de lágrimas y, al mismo tiempo, tan presente y comprometido con sus amigos. Esta es la condición de todo creyente: vivir la fe a través de la oscuridad del camino. Experimentar con convicción su presencia, entre tanto soportando la duda y la incertidumbre. Vivir con la garantía de que jamás no nos dejará solos, mientras tanto constatando la realidad cruda de nuestro pobre mundo, tan lejos de Dios.

Quizás en eso reside la belleza de su seguimiento: una labor inmensa por hacer; vivir provisionalmente; comenzar cada día nuevamente; no renunciar nunca a la esperanza; recibir el compromiso; ser conscientes de la propia debilidad; ponerlo todo en sus manos.

Martina Tresserras Cateura, de Girona.

La enhorabuena a sus padres Marc y Natatxa y familiares!