Domingo, Diciembre 6 2009

Esdeveniment
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Hoy es Domingo, el Día del Señor

Datos del evento
Tipo: 
Celebración
Fecha: 
06/12/2009 - 12:00

DOMINGO II DE ADVIENTO 

Misa a las 12 del mediodía, cantada por los asistentes y con acompañamiento de órgano.

Como siempre, os agradecemos vuestra participación muy valiosa.

La comunidad cristiana de Sant Martí d'Empúries da la bienvenida y recibe con alegría a todos y a cada uno de los visitantes y participantes de cualquiera nacionalidad y religión.

 

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COMENTARIO:

Con los ojos abiertos a la obra de Dios

  Para esperar al Señor hay que prepararse el corazón de fiesta: engalanarse con la gloria de Dios y vestirse el manto de su bondad. He aquí una verdadera definición de la esperanza cristiana. Quien pone la esperanza en el Señor vivo con los ojos tan abiertos a su salvación que, en medio de la oscuridad, del desierto y de los conflictos, es bastante valiente como para abanicar el luto y la aflicción y ver aquello que los otros no ven: lo abre de la liberación de Dios.

  Esperanza es disfrutar la fiesta de Dios anticipadamente. Quien vive con la esperanza puesta en el Señor, como María, su corazón canta a todas horas: ¡Es magnífico lo que el Señor hace a favor nuestro, con qué gozo lo celebramos! Y no se deja someter por la realidad impecable de la muerte y del dolor, de pesimismo imperante, de los propios egoísmos, de la violencia absurda, del materialismo hedonista, de la soledad y del miedo. Porque cree firmemente que la obra de Dios ha vencido todo el daño para siempre. Y ha ordenado que se bajen las colinas para que Israel ande seguro. Hace falta, sin embargo, saber mirar horizonte hacia allá y mantener el esfuerzo constando de nadar contra corriente.

  Las fiestas que se aproximan pondrán a prueba nuestra esperanza: ¿seremos capaces de fijar la mirada sólo en la Gloria de Dios o continuaremos sometidos a nuestro realismo banal de llenar la mesa hasta rebosar? Acoger la salvación de Dios es un trabajo de conversión, una nueva mirada sobre la realidad de cada día, un esfuerzo que se nos pide por responder a iniciativa de Aquél que ha empezado en nosotros un buen trabajo y que quiere con toda la intensidad llevarlo a cabo.