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Key 1
Hoy es Domingo, el Día del Señor
DOMINGO VI DE DURANTE EL AÑO Misa a las 12 del mediodía, cantada por los asistentes y con acompañamiento de órgano. Como siempre, os agradecemos vuestra participación muy valiosa. La comunidad cristiana de Sant Martí d'Empúries da la bienvenida y recibe con alegría a todos y a cada uno de los visitantes y participantes de cualquiera nacionalidad y religión.
* * * * * COMENTARIO: Si queréis, podéis purificarme Los leprosos en tiempo de Jesús eran abandonados en la más absoluta marginación. Considerados pecadores, castigados por Dios, la sociedad los confinaba en lugares aislados que causaban pavor. El leproso de Marco era muy especial: lejos de caer en la desesperanza, lleno de valentía, asume el riesgo de salir de si escondrijo forzado para presentarse delante de Jesús. Vete a saber como le había llegado la fama del Maestro de Galilea! El caso és que se planta delante de Él y le soltó la auténtica plegaria que del corazón sale: Si queréis, podéis purificarme. Cuando uno reza así, Dios queda desarmado, sorprendido, maravillado, y, compadecido, nada más puede hacer que alargar su mano para "tocarnos". Esta plegaria es como decir, en vuestras manos me pongo, haced lo que os parezca, que se haga vuestra voluntad, aquí me tenéis, en Vos confío, en ninguna parte no estaré más seguro. Sabemos que la plegaria es la clave de vuelta de nuestra vida religiosa. Y también que es nuestro talón de Aquiles, el punto débil por donde falla nuestra vida de seguimiento de Jesús. Viendo el leproso, parece tan senzillo rezar! Pero a nosotros nos cuesta tanto! A veces porque nos complicamos la vida, otras porque nos da miedo decir hágase vuestra voluntad, y la mayoria de veces nos hace falta amor, confianza y abandono. O porque no hemos experimentado la necesidad del leproso, o porque nos falta valentía para salir de la guarida del propio "yo", el caso es que nuestra plegaria se hace pesada, formulista, interesada, aburrida, rutinaria o inexistente. Dice el evangelio que Jesús tocó con la mano al leproso: qué experiencia más sugestiva y evocadora, a un mismo tiempo, para nosotros! |