Hoy nosotros, siempre tan presurosos,
nos paramos para escuchar en silencio
y contemplar en la noche.
Hoy, nosotros, siempre tan realistas,
actualizamos el recuerdo de unos sucesos lejanos
-narraciones bellas e ingenuas
de ángeles y pastores, estrellas y magos-
que nos hablan del nacimiento de un pobre,
Jesús de Nazaret,
la vida y el destino del cual
son, para muchos,
reveladores de sentido,
desveladores de sueños y esperanzas,
dinamizadores de lucha y compromiso.
Hoy, nosotros, a menudo decepcionados y de retorno,
-de retorno de tantas ilusiones-
celebramos que la utopía
-un horizonte de paz y fraternidad-
es misteriosamente presente entre nosotros,
creando espacios y momentos de comunión y amistad,
de solidaridad y reconciliación.
Hoy, todavía es Navidad.
Nos paramos, recordamos y celebramos
la proximidad humana de Dios
en nuestra vida y en nuestra historia.
Mateu Terrats