DEMONOS LA PAZ

 

He leído en una revista, que me merece toda la credibilidad, que en algunas iglesias de nuestro país, hay personas que, por cuestión de diferencia ideológica, no dan la paz al que tienen al lado. Que triste lo he encontrado. Recordemos lo que nos dice Jesús en el evangelio: Si al ir a presentar la ofrenda recordamos que tenemos algo contra un hermano, vamos a hacer las paces, y después volvemos a hacer la ofrenda.

Precisamente el rito de la paz lo podemos considerar como una reafirmación de esta norma evangélica. Quizás a veces lo haremos con una cierta rutina, sin profundizar en lo que representa este rito. Pero el que toma esta actitud negativa, sí se da cuenta de lo que representa. Y este rechazo no puede ser ni sano ni bueno.

Todo el mundo puede tener su manera de pensar, su ideología, que no siempre tienen que ser concordantes con el pensamiento ni con la ideología de los demás o simplemente con la nuestra. Pero si queremos que se respete nuestro pensamiento y nuestra ideología, también estamos obligados a respetar la de los demás.

Si en todo momento debemos admitir la diversidad en las cuestiones que son opinables, más debemos hacerlo en nuestra participación en la Eucaristía. Precisamente aquí, al pie del altar y en la presencia de Cristo con quien nos queremos identificar, cuando se nos ofrece en el banquete eucarístico, es la mejor ocasión para hacer las paces con todo el mundo. Si no lo hacemos así, ¿como nos podemos acercar a recibir el Cuerpo del Señor, si acabamos de rechazar el hermano por tener opinión diversa en temas que son opinables?

 

Enric Mirambell (Suplemento hoja parroquial Carmen/Mercadal, Girona, 06/05/18)