SANTIAGO, APÓSTOL, PATRÓN DE ESPAÑA 

 AQUÍ, EN SANT MARTÍ D'EMPÚRIES,

HOY NO HAY EUCARISTÍA

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COMENTARIO:  

La solemnidad de Santiago nos recuerda que somos una Iglesia apostólica. Los apóstoles nos han transmitido la fe que profesamos, han garantizado a toda la comunidad el acceso a la persona de Jesucristo, y son los testigos de su resurrección. Las lecturas lo desgranan.

Los apóstoles y a partir de ellos toda la Iglesia podemos ser testigos de Cristo resucitado porque de él hemos recibido el Espíritu Santo que enciende y mantiene viva la llama de la fe, que hace posible sentir la alegría y la gracia de la resurrección incluso cuando lo que se comparte con Jesucristo es la cruz. El Espíritu Santo hace que nos decidamos a seguir el mismo estilo de Jesús haciéndonos servidores, actuando en bien de los demás y superando la tentación del personalismo autosuficiente y egoísta.

También el Espíritu, que es el Espíritu de la Verdad, hace que reconozcamos nuestra condición frágil. Somos tan pecadores como todos. Nuestras personas son como vasijas de barro que se pueden romper y se puede dañar el tesoro que contienen. Por ello debe ser desbordante nuestra acción de gracias a Dios por el don que hemos recibido y por la confianza que nos tiene.