Domingo, Febrero 20 2011

Esdeveniment
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Hoy es Domingo, el Día del Señor

Datos del evento
Tipo: 
Celebración
Fecha: 
20/02/2011 - 12:00

DOMINGO VII DEL TIEMPO ORDINARIO 

Misa a las 12 del mediodía, cantada por los asistentes y con acompañamiento de órgano.

Como siempre, os agradecemos vuestra participación muy valiosa.

La comunidad cristiana de Sant Martí d'Empúries da la bienvenida y recibe con alegría a todos y a cada uno de los visitantes y participantes de cualquier nacionalidad y religión.

 

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COMENTARIO:

Llamados a la santidad

Continuamos con el sermón de la montaña, donde alcanzamos oír de los labios de Jesús la invitación más imponente y denodada: "Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto".

Si el Verbo no se hubiera hecho hombre en Jesús de Nazaret, no nos podríamos creer este llamamiento. Pero, ahora que el hijo de Maria ha experimentado en su carne nuestras flaquezas y sabe lo bastante bien qué pie calzamos, no sólo nos lo tenemos que creer sino que lo tendríamos que grabar dentro de nuestro corazón.

Intentad de imitar a Dios, nos dice. Su comportamiento fiel, irreprochable, amoroso y lleno de bondad. Como los buenos hijos que imitan a su Padre.

Nuestro mal, sin embargo, es que estamos tan familiarizados a escuchar esta frase que ya no nos produce ni frío ni calor. Hemos aprendido a no dejarnos sorprender y nos quedamos quietos, como anestesiados, sin hacer la más mínima reacción. Dejamos que suene, que la repita unas cuantas veces el cura en el sermón, y que flote por el aire, golpeando los capiteles de las columnas, hasta perder su resonancia y su sentido.

Si no nos tomamos seriamente la vocación cristiana y no ponemos toda la intensidad y la exigencia que comporta el seguimiento de Cristo, no somos dignos de llevar su nombre. Nos hemos equivocado de fe si vivimos sin esfuerzo, procurando de ser buenas personas, de no hacer daño a los otros, e ir tirando como hace todo el mundo, para no llamar la atención ni salir de la norma.

¿No nos damos cuenta de nuestra cobardía? ¿Por qué nos da miedo el camino de la santidad? ¿No queremos ver que seguir los pasos de Jesús es insólitamente extraordinario y que va mucho más allá de lo que hace todo el mundo? Volvamos a leernos, poco a poco, el evangelio y ojalá que por dentro alguna cosa nos doliese.