Domingo, Noviembre 6 2011

Esdeveniment
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Hoy es Domingo, el Día del Señor

Datos del evento
Tipo: 
Celebración
Fecha: 
06/11/2011 - 12:00

DOMINGO XXXII DEL TIEMPO ORDINARIO 

Misa a las 12 del mediodía, cantada por los asistentes y con acompañamiento de órgano.

Como siempre, os agradecemos vuestra participación muy valiosa.

La comunidad cristiana de Sant Martí d'Empúries da la bienvenida y recibe con alegría a todos y a cada uno de los visitantes y participantes de cualquiera nacionalidad y religión.

 

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COMENTARIO:                                                                                                                              La sabiduría de la vigilancia

Estos últimos domingos del año litúrgico nos invitan a hacer balance. A prepararnos para estar siempre a punto para cuando el Señor nos llame En los evangelios de estos días encontramos las parábolas llamadas del juicio, sacadas todas ellas del capítulo 25 de Mateo. Hoy, las diez jóvenes, el próximo domingo, los talentos, y, el siguiente, el juicio final.

Las jóvenes que no estaban preparadas sintieron como el Esposo les decía: "no os conozco".  Y se cerró la puerta y no pudieron entrar en las Boda del Cordero. Mientras que las que estaban preparadas entraron a la fiesta. A las necias les faltó la sabiduría de la vigilancia. Mientras que las prudentes iban provistas del aceite de la espera vigilante.

Jesús insiste en persuadirnos de estar preparados y en vigilante espera, como única manera sabia de vivir la fe. Y esta sabiduría, enlazada con la primera lectura, es la que hay que buscar con perseverancia, desear con pasión, mantener con llama viva, y amar de todo corazón. También es la sabiduría que nos da discernimiento, para saber leer la vida y sus tiempos. Y a la luz de la fe, saber responder con diligencia a los acontecimientos de cada día: a las contrariedades y dolores de cabeza, por las noches largas y oscuras, en las vísperas de duelo y abatimiento, y cuando parece que todo se derrumba.

Cuando esto nos pase, pensemos que es tiempo de provisión. Tiempo de espera esperanzada. Tiempo de buscar la calma y el silencio. Tiempo de reencontrarnos y serenar nuestro corazón.

Y es, sobre todo, tiempo de oración desnuda, para mantener viva la llama de la lámpara, y la esperanza clara, y la fe luminosa, y la caridad activa, porque el Esposo llegará.

En medio de un mundo de desasosiego e impaciencia, de prisas y trasiegos, de desbaratamiento y superficialidad, que fácil es dejarse arrastrar por la pendiente de las necias! Pidamos al Señor de amarlo mucho, para superar la espera.