Manuela Ferréol, de Saint Alban de Roches (Francia).

¡ La enhorabuena a su madre MAud y familiares !

DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO 

Misa a las 12 del mediodía, cantada por los asistentes y con acompañamiento de órgano.

Como siempre, os agradecemos vuestra participación muy valiosa.

La comunidad cristiana de Sant Martí d'Empúries da la bienvenida y recibe con alegría a todos y a cada uno de los visitantes y participantes de cualquiera nacionalidad y religión.

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COMENTARIO:

El Reino es un festin de bodas

De la parábola del evangelio de hoy es difícil de comprender el rechazo de los invitados privilegiados a la boda del rey. Al menos, eso es impensable que ocurra en la vida real.  Y aún son menos creíbles las excusas dadas por los súbditos, así como los malos tratos que algunos hicieron de los emisarios.

Pensándolo bien, se nos ocurren dos conjeturas: que el rey era un tirano y todos en su reino estaban enojados, o bien, que los enviados del soberano no supieron dar bien la noticia.

El caso es que el rey no se queda cruzado de brazos, sino que pone en marcha inmediatamente un segundo plano. No quiere de ninguna manera suspender la boda, ni ver la sala vacía de invitados.

Finalmente, todavía hay un revuelo: el hombre mal vestido.

Jesús es un pedagogo, y con esta sencilla historia de fuertes contrastes quiere abrirnos los ojos a una realidad patente: por sorprendente que pueda parecer, el hombre puede decir "no" a Dios, rechazar su invitación a participar de su gloria, declinar adherirse a su proyecto y a vivir con Él la boda de su Hijo.

Y eso ya no es una parábola, sino que pasa cada día y los protagonistas somos nosotros, hombres y mujeres que no queremos atender la llamada amorosa de Dios. ¡Qué desilusión la suya, que nos ha creado para que pudiéramos compartir con Él la fiesta eterna de las bodas del Cordero!

Hay que ser conscientes de la vocación a la que somos llamados y responder con alegría y prontitud, que es como ponerse a punto para el banquete, con el traje adecuado y la conducta exigida. ¡Y no hagamos la estupidez de vivir la fe de cualquier manera! Por otra parte, seamos buenos emisarios, y que nuestra vida pueda ser para muchos una verdadera invitación de parte del rey, en la Fiesta de las fiestas. No por nuestros méritos, sino gracias al Espíritu de Jesús que nos da fuerzas.

Laia García Costa, de Sant Fruitós de Bages.

¡ La enhorabuena a sus padres Dionisi y Montserrat y familiares !