DOMINGO IV DEL TIEMPO ORDINARIO 

Misa a las 12 del mediodía, cantada por los asistentes y con acompañamiento de órgano.

Como siempre, os agradecemos vuestra participación muy valiosa.

La comunidad cristiana de Sant Martí d'Empúries da la bienvenida y recibe con alegría a todos y a cada uno de los visitantes y participantes de cualquier nacionalidad y religión.

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COMENTARIO:

Por el camino de las venturanzas

Que todo el mundo busca de ser feliz, no hay ninguna duda. Pero con frecuencia lo hacemos por veredas equivocadas. Que nuestra razón de ser es buscar la felicidad, no lo podemos en absoluto discutir. Como tampoco que tenemos derecho a ella o que tenemos que aspirarla siempre. Pero lo pifiamos, porque, tozudos, lo queremos hacer a nuestra manera, y no como Dios quiere.

La Palabra que se hizo carne y que plantó la tienda entre nosotros vino en nuestra casa para enseñarnos el camino. Ésta fue su misión: indicarnos el camino de las dichas que llevan a la verdadera felicidad. Es también el camino hacia el Reino, proclamado a los cuatro vientos desde la montaña, como la antigua ley, para que su resonancia pudiera llegar a todos los rincones de la tierra.

Es la nueva ley: la Ley de Cristo. Con un programa hecho de inauditas paradojas que no encontramos escrito en ningun otro de los documentos oficiales hasta ahora promulgados.

Lo conocemos con el nombre de venturanzas evangélicas y en ellas reconocemos las extrañas preferencias de Dios, donde los pobres están en primer plano. Pobres de todo tipo: excluidos, marginados, desconocidos, inútiles, insignificantes ...

Hace falta que nos lo tomemos seriamente. Porque nuestra vida no vale nada si no nos ponemos decididamente y con todas las consecuencias de parte de Dios. Del Dios que quiere que hagamos justicia a los oprimidos, y que compartamos nuestro pan con los hambrientos, y que liberemos los prisioneros, y que demos la vista a los ciegos y enderecemos los vencidos ...

Ay de nosotros si no acogemos a los forasteros, si no mantenemos a las viudas y los huérfanos: seremos contados entre los injustos y vagaremos para siempre infelices a las sombras de la muerte.