DOMINGO XXIV DEL TIEMPO ORDINARIO 

Misa a las 12 del mediodía, cantada por los asistentes y con acompañamiento de órgano.

Como siempre, os agradecemos vuestra participación muy valiosa.

La comunidad cristiana de Sant Martí d'Empúries da la bienvenida y recibe con alegría a todos y a cada uno de los visitantes y participantes de cualquiera nacionalidad y religión.

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COMENTARIO: 

El perdón sin medida

La revelación de la misericordia, el amor y el perdón de Dios ocupan las páginas más sorprendentes y arrobadoras del evangelio. El amor total, el perdón sin medida, la paciencia infinita, la espera persistente, la misericordia sin límites, la bondad inagotable, la invitación generosa, la búsqueda incansable, la mirada compasiva, la disculpa amorosa, la mano que ayuda a levantarse, el abrazo sin reproches, la paz que renueva, la fiesta improvisada, la alegría desbordante ... ¡Cuántos y cuántos pasajes impresionantes y desconcertantes, impensables y evocadores, impresionantes y admirables, que nos permiten aproximarnos al misterio del perdón divino y vislumbrar con qué locura Dios nos ama!

¡Sólo Dios que es nuestro Padre, puede perdonarnos de esta manera tan gratuita, radical y plena, y como se esforzó Jesús para hacernoslo entender!

Pedro, con mentalidad de Torá, la puntillosa Ley judía, es comprensible que quisiera saber el cómo, el cuándo y de qué manera. Su pregunta, pero, aunque a nosotros nos pueda parecer fuera de tono, de ningún modo sorprendió a Jesús, que aprovechó para hacerle entender que la misericordia de Dios no tiene límites. Y así es. Aunque nosotros, por el tema del perdón pasamos de puntillas. ¡Y tanto como necesitamos ser perdonados! ¡Y tanto como necesitamos de perdonar y perdonarnos!

La Iglesia es la estancia donde el perdón de Dios es dado a los hombres. La comunidad se edifica cuando el Espíritu de Jesús derrama sobre los fieles el sacramento del perdón. La reconciliación es fuente exuberante de comunión y vínculo de caridad. Pero nunca olvidemos que el perdón de Dios no es posible si entre nosotros no nos perdonamos de todo corazón.

Todos somos pecadores, necesitados del signo del perdón. El anhelo de encontrarnos con Cristo, mejor dicho, de dejarnos encontrar por él, nos debe llevar a amar sin medida este sacramento pascual confiado a su Iglesia.

Irai Sánchez Pino, de l'Escala.

¡ La enhorabuena a sus padres Ander y Denia y familiares !