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Key 1
Hoy es Domingo, el Día del SeñorDOMINGO XXI DEL TIEMPO ORDINARIO Misa a las 12 del mediodía, cantada por los asistentes y con acompañamiento de órgano. Como siempre, os agradecemos vuestra participación muy valiosa. La comunidad cristiana de Sant Martí d'Empúries da la bienvenida y recibe con alegría a todos y a cada uno de los visitantes y participantes de cualquiera nacionalidad y religión.
* * * * * COMENTARIO: Las llaves para abrir Jesús da las llaves del Reino a Pedro después de que éste sintiera del Maestro las palabras duras contra los fariseos hipócritas, que cierran a la gente la entrada del Reino (M23, 13). Nosotros tenemos inclinación a cerrar, tendencia a excluir, propensión a cerrar. No sea que fuéramos demasiados, amontonados y estrechos, que tuviéramos que renunciar a nuestras posiciones de privilegio. Pedro sabe de buena tinta que deberá hacer lo posible por no seguir el camino de los fariseos. Que tendrá que aprender a abrir el corazón y los brazos. A pedir perdón y aprender a perdonar. A ejercer la autoridad haciéndose servidor de todos, en especial de los más pequeños. Y a ser ejemplo de unión y de unidad. Como el Maestro! Jesús nos enseña a abrir puertas porque nos enseña a amar. Cuanto más quieres de verdad, más ganas de abrir que tienes. El evangelio es una puerta abierta de par en par al mundo. Una invitación para todos. Una llamada sin exclusiones. Con tanta confianza por parte de Dios que nunca se echará atrás. No son llaves de poder las que el Señor da a Pedro. Son llaves de amor. Para abrir el Reino de Jesucristo a todas las personas. Porque los ciegos vean, los cojos anden, los leprosos sean purificados, los sordos sientan, los muertos resuciten y los pobres reciban el anuncio de la buena nueva. Y a toda esta gran faena invita Pedro con todos nosotros, después de hacernos la pregunta: ¿Quién soy yo para ti? La respuesta es personal. Y de ella depende toda nuestra vida. Es una pregunta de amor y sólo es válida la respuesta si es hecha con amor. Y después de escuchar las sugerencias del Espíritu Santo, que enciende el fuego de amor en nuestro corazón y nos hace llamar al Padre. La verdadera respuesta es la vida de cada día: la manera de vivir y de dar testimonio, de seguir los pasos de Cristo, de tener sus mismos sentimientos y de hacer caso de todo aquello que el Espíritu nos sugiere o pide. Y abriendo las puertas del Reino con las llaves del amor. |