Domingo, Julio 11 2010

Esdeveniment
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Hoy es Domingo, el Día del Señor

Datos del evento
Tipo: 
Celebración
Fecha: 
11/07/2010 - 12:00

 

DOMINGO XV DE DURANTE EL AÑO 

Misa a las 12 del mediodía, cantada por los asistentes y con acompañamiento de órgano.

Como siempre, os agradecemos vuestra participación muy valiosa.

La comunidad cristiana de Sant Martí d'Empúries da la bienvenida y recibe con alegría a todos y a cada uno de los visitantes y participantes de cualquiera nacionalidad y religión.

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COMENTARIO:

El mandamiento de la compasión

Sentir compasión es sufrir junto con el que sufre. Se trata de una compenetración con el dolor del otro, de identificarse con su suerte, de apoyar a la persona sufriente. Es lo que hizo el samaritano al ver al hombre mal herido: se compadeció y se acercó. El sacerdote y el levita, religiosos "de profesión", también lo vieron, pero pasaron de largo por la otra banda. Aquí se tendría que acabar todo comentario y pasar a la acción, imitar a Cristo, nuestro buen samaritano.

Pero todavía nos queda espacio y preguntas que tenemos que hacernos. Por ejemplo: ¿es posible servir a Dios pasando de largo de nuestros hermanos? ¿Se puede encontrar el Dios de Jesucristo esquivando las necesidades de sus hijos, los hombres? ¿Podemos llegar a conocer la voluntad de Dios haciéndonos sordos al grito de los necesitados, de los pequeños y de los pobres de nuestro mundo? De qué nos sirve "ver" ¿si no actuamos? ¿Pueden gustar a Dios nuestros servicios religiosos si pasan de largo de las penas de los hombres, de sus aflicciones, de la justicia social y de la caridad del próximo?

Tenemos que saber que todos los hombres y las mujeres del mundo somos el más sublime de los proyectos del amor de Dios que, al vernos heridos cerca del camino, nos ha enviado a su Hijo, que ha querido hacerse hombre y subir a la cruz y, con su sangre, curarnos las heridas, devolvernos la salud, reconciliando todo el universo y poniendo la paz en todo lo que hay, tanto en el cielo como en la tierra. Y todos nosotros, los seguidores de Cristo, tenemos el inmenso honor de ser llamados a continuar esta clara misión, revelando el rostro silencioso e inaccesible de Dios y revelando la ternura y la misericordia de Padre.