Domingo, Febrero 7 2010

Esdeveniment
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Hoy es Domingo, el Día del Señor

Datos del evento
Tipo: 
Celebración
Fecha: 
07/02/2010 - 12:00

 

DOMINGO V DE DURANTE EL AÑO

Misa a las 12 del mediodía, cantada por los asistentes y con acompañamiento de órgano.

Como siempre, os agradecemos vuestra participación muy valiosa.

La comunidad cristiana de Sant Martí d'Empúries da la bienvenida y recibe con alegría a todos y a cada uno de los visitantes y participantes de cualquiera nacionalidad y religión.

 

                                                   *  *  *  *  *

COMENTARIO:

   Que la gracia sea fructuosa

   La fe es responder con libertad al llamamiento personal y continuo de Dios. Es la acción de su gracia que quiere penetrar nuestra vida. A la iniciativa de Dios se puede responder o no. Adherirse supone la entrega de toda la persona. En las lecturas de hoy encontramos quien-sabe-cuantos ejemplos:"Aquí me tenéis: Enviadme".

  Los relatos vocacionales son una espuela para nuestra racanería: generosa disponibilidad, total entrega, prontitud, atención exquisita, entusiasmo, confianza, sin condiciones. Abrazar la fe, seguir a Cristo, es estar siempre al acecho para saber qué quiere de mí. No para tener noticias seguras de mi futuro, sino para estar pronto y dispuesto, ahora, hoy, para la misión de servir. ¡He aquí una palabra que no gusta nada y que tendríamos que hacer tan nuestra! Y es que la fe no vale para nada sin el compromiso de las obras.

  Servir quiere decir aceptar el trabajo de cada día con gusto y hacerlo bien, pensando siempre, primero, en los otros: las cosas que nos gustan y las que menos nos gustan, los imprevistos, los contratiempos, las cargas pesadas, las deficiencias propias y ajenas. Y aceptar a las personas con sus circunstancias; la preferencia por los más desvalidos, la incomodidad de aquéllos que son tan diferentes, la molestia de los que nos dan la lata.

  Si la vocación es servicio, si es la entrega total de la persona humana, hay un componente del todo imprescindible: hay que hacerlo con amor. ¡Ay de las vocaciones sin amor! El amor es la esencia de toda vocación cristiana. Como Jesús, que por amor se entregó hasta el extremo. Como nuestro Dios que es Amor trinitario y comunión de las Tres Personas. Y nos llama a participar de su vida, desde ahora mismo, por el único camino posible: el amor.