DOMINGO XXX DE DURANTE EL AÑO

Misa a las 12 del mediodía, cantada por los asistentes y con acompañamiento de órgano.

Como siempre, os agradecemos vuestra participación muy valiosa.

La comunidad cristiana de Sant Martí d'Empúries da la bienvenida y recibe con alegría a todos y a cada uno de los visitantes y participantes de cualquiera nacionalidad y religión.

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COMENTARIO:

Rogar desde la humildad

La  oración hecha con humildad penetra las nubes y llega al cielo. Porque el Señor escucha el clamor de los huérfanos y el lamento de las viudas. He aquí las preferencias de Dios: pobres y agobiados, pecadores arrepentidos y despreciados por los hombres, que ponen toda la confianza en manos del Altísimo. Es el grito de auxilio de los desvalidos, que busca consuelo; el clamor hecho desde la propia miseria, desde la necesidad de la misericordia divina, desde la fe que todo lo espera de Dios.

El fariseo del evangelio sólo ruega para satisfacer su fatuidad. Complacido de sí mismo, recita el rosario de las propias alabanzas, palabras y más palabras que mueren en su propia boca. No es a Dios a quien da gracias, sino a sí mismo, en un inacabable discurso de autocomplacencia.

Orar desde la humildad es la plegaria de la fe que nos abre los ojos de nuestra insignificancia para fijarlos en la inmensidad del corazón de Dios, todo misericordia. Es la plegaria que nace de la necesidad de su perdón, de la experiencia de su amor y del agradecimiento y la alabanza.

De la reflexión sobre como es nuestra plegaria, la parábola de hoy nos pide, todavía, preguntarnos cómo es nuestra relación con Dios: si se limita al cumplimiento de las normas y prácticas establecidas o se enmarca en la comunión jubilosa de la gratuidad y del amor. Si nuestra vida está sometida al yugo de la ley o adelanta abierta a la conciencia filial, que nos hace decir de corazón: ¡Padre!

Pidámoslo humildes en esta eucaristía y pongamos nuestra vida en las manos de Dios.

Martina Gwiscz Sidera, de Girona.

¡La enhorabuena a sus padres Frederic y Gemma y familiares!