Domingo, Enero 17 2010

Esdeveniment
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Hoy es Domingo, el Día del Señor

Datos del evento
Tipo: 
Celebración
Fecha: 
17/01/2010 - 12:00

 

DOMINGO II DE DURANTE EL AÑO

Misa a las 12 del mediodía, cantada por los asistentes y con acompañamiento de órgano.

Como siempre, os agradecemos vuestra participación muy valiosa.

La comunidad cristiana de Sant Martí d'Empúries da la bienvenida y recibe con alegría a todos y a cada uno de los visitantes y participantes de cualquiera nacionalidad y religión.

 

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COMENTARIO:

   Que no nos falte el vino bueno

  ¡Si faltó la bebida, cuántas cosas no faltarían en la boda de Caná! La madre de Jesús, sin embargo, sólo interviene porque "se acababa el vino". Había que anunciar la llegada del esposo, aunque "no hubiera llegado su hora", para que "creyeran en él".

  El nuevo encuentro de Dios con su pueblo ya no puede ser una ley basada en el temor del castigo, ni un código escrito en tablas de piedra, como los fregaderos vacíos destinados a las purificaciones rituales. Desde ahora, hará falta que todo el mundo sepa que la nueva Alianza son las bodas anunciadas desde tiempo por el profeta Oseas y por el Tercer Isaías, de la primera lectura de hoy: "Tu Dios estará contento de tenerte como el novio está contento de tener la novia"

  En el encuentro del Hijo de Dios con la humanidad ya nunca más faltará el vino mejor, y la fiesta de una boda será el paradigma más apropiado. La tristeza de la sumisión, el miedo y el vacío darán paso a la alegría del encuentro personal, en el gozo del diálogo íntimo, a la libertad del amor sublime.

  ¡Nos lo creamos o no, Dios para nosotros sólo quiere ser una fiesta! Por eso ha hecho la locura de darnos el Espíritu Santo. Y con el Paráclito nos han llegado los dones, que tienen en Él el origen y se reparten a cada uno como él le parece, a condición de que se pongan al servicio del bien común.

  Hay un don, sin embargo, que con el buen vino todos hemos recibido: es el vino de la alegría, que tendríamos que llevar siempre a flor de labios. Nuestras comunidades tendrían que distinguirse por estar alegres, risueñas, jubilosas. Y vivir siempre contentos, como en las bodas.