DOMINGO XXII DE DURANTE EL AÑO 

Misa a las 12 del mediodía, cantada por los asistentes y con acompañamiento de órgano.

Como siempre, os agradecemos vuestra participación muy valiosa.

La comunidad cristiana de Sant Martí d'Empúries da la bienvenida y recibe con alegría a todos y a cada uno de los visitantes y participantes de cualquiera nacionalidad y religión.

                                                   *  *  *  *  *

COMENTARIO:

Cuanto más grande, más humilde tienes que ser

Las obras con sello de evangelio siempre pasan por veredas de humildad, por el cedazo de la modestia. En nuestro mundo, virtudes en peligro de extinción. Para los seguidores del Maestro, notas peculiares y distintivas, características imprescindibles del Reino. Porque Jesús, hoy, no nos habla en absoluto, sólo, de buena educación, sino que quiere dejarnos bien claro cuál es la sintonía que tenemos que aprender para conectar con su mensaje de salvación. De aquí que su advertencia sólo se puede comprender en clave de Reino.

Digámoslo de una vez: el evangelio de Jesús es el cambio radical de toda nuestra realidad. Para seguirlo, nuestra vida tiene que hacer un tomo esencial. Aprender a vivir a años luz de los codazos; de la vanidad que deslumbra; de posiciones de privilegio; de la ostentación codiciada; del poder que hace perder la cabeza; de las exhibiciones que llenan plazas y auditorios; de la obsesión de hacerse notar; de los títulos que llenan las paredes; de la soberbia que nos pudre el corazón y de los que han aprendido a cerrar todas las puertas porque se creen pertenecer a una casta predilecta.

¡Como nos cuesta, a la gente de Iglesia, ceder el lugar, abrir el corazón y las manos, pasar a segundo plan y dejar hablar! Invitar a los que nunca ni en ningún sitio son tenidos en cuenta; los que nunca son el centro de ninguna fiesta; ni su compañía nos promociona, llama la atención o aporta beneficios. Dar sin esperar nada. Inclinarse por el honor de imitar a Jesús, el Salvador.

Cuántas exclusiones no estamos creando para no amar, de verdad de verdad, los pequeños, los pecadores, los débiles, los que pasan por dificultades... Tenemos que hacer el ejercicio de descubrir quienes son hoy entre nosotros los pobres, inválidos, cojos y ciegos para invitarlos y servirles.