Domingo, Noviembre 29 2009

Esdeveniment
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Hoy es Domingo, el Día del Señor

Datos del evento
Tipo: 
Celebración
Fecha: 
29/11/2009 - 12:00

DOMINGO I DE ADVIENTO 

Misa a las 12 del mediodía, cantada por los asistentes y con acompañamiento de órgano.

Como siempre, os agradecemos vuestra participación muy valiosa.

La comunidad cristiana de Sant Martí d'Empúries da la bienvenida y recibe con alegría a todos y a cada uno de los visitantes y participantes de cualquiera nacionalidad y religión.

 

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COMENTARIO:

Jesucristo, centro de nuestra esperanza

  Hoy empieza el año litúrgico. Y, desde el primer día, la Palabra confiada a la Iglesia nos invita a vivir de esperanza en una persona: Jesucristo, Señor nuestro. A fijar en Él nuestra mirada. A anclar nuestro corazón. A confiar la vida. Y andar a su encuentro. 

  Únicamente en Él. En nadie más. En nada más. No fuera que, por no ser cuidadosos y vigilantes, pusiéramos la esperanza en seguridades engañosas y agobiáramos nuestro corazón. La esperanza cristiana es nuestro gran tesoro. Un tesoro que no podemos esconder, sino que tenemos que colgar del techo de nuestra vida. Así, todo el mundo que quiera, se podrá servir para dar luz a sus pasos. Porque tenemos que saber que la esperanza en Cristo es un regalo de Dios. Un regalo que tenemos que repartir. Un don que nos lleva al mismo Cristo. Que nos sumerge en Él. Que nos llena de Él. Que nos hace posesión suya. A fin de que, cuando llegue el día de la liberación, podamos mantenernos en pie delante del Hijo del hombre.

  Para cultivar viva y encendida esta luz tenemos que saber conjugar con dos direcciones la palabra compromiso: con la vida y los problemas de los hombres, con sus inquietudes y necesidades, con sus enfermedades y sus llantos. Para que el Señor haga crecer hasta rebosar el amor entre nosotros.

  Y con la Palabra: para rogar en toda ocasión, para velar el tesoro de la espera, para no perder nunca la mirada del que más nos estima, Jesús, hijo de María, que en la carne vuelve por Navidad y en el día de los prodigios vendrá con poder y gloria a juzgarnos.
Si dejamos que nuestra esperanza repose en Jesucristo, nos haremos portadores de amor a todo el mundo.