Domingo, Marzo 15 2009

Esdeveniment
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Hoy es Domingo,el Día del Señor

Datos del evento
Tipo: 
Celebración
Fecha: 
15/03/2009 - 12:00

 

DOMINGO III DE CUARESMA 

Misa a las 12 del mediodía, cantada por los asistentes y con acompañamiento de órgano.

Como siempre, os agradecemos vuestra participación muy valiosa.

La comunidad cristiana de Sant Martí d'Empúries da la bienvenida y recibe con alegría a todos y a cada uno de los visitantes y participantes de cualquiera nacionalidad y religión.

 

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COMENTARIO:

La purificación de la fe

Durante este tiempo de Cuaresma a los creyentes se nos invita a purificar nuestra fe. A lo largo del camino, con frecuencia, oscurecemos la idea de Dios poniéndola al servicio de nuestros intereses. Nos construímos un Dios utilitario, a la medida de nuestra conveniencia, y damos rienda suelta al egoismo que duerme enquistado en nuestro corazón. Al mismo tiempo, casi sin darnos cuenta de que nos esclavizamos, intentamos justificarnos para tranquilizar nuestra conciencia.

Para luchar contra este mal radical nuestros solos esfuerzos no son suficientes: necesitamos de la ayuda de Dios. Porque tan sólo el Señor puede librarnos de la tierra de la esclavitud. Solamente El, que está siempre a nuestro favor. Que se hizo hombre para poder estar junto a nosotros. El que nos llama a vivir en libertad y quiere hacernos partícipes de su propia vida. Pero conviene atender con fidelidad su palabra, salir del viejo Egipto y no volver jamás la mirada hacia atrás. Guardar la palabra de Dios para salvaguardar la libertad. Para que su voluntad sea nuestro gozo.

La purificación de la fe consiste en expulsar enérgicamente nuestra idea de mercadeo y de intercambio con Dios. En no seguirle para poder obtener ventajas, a fin de acceder a su seguridad y protección. Para sacar provecho de ello. Para llenar la despensa y cubrirnos los hombros. Como si Dios fuera un comerciante. Purificar la fe quiere decir creer de todo corazón en la gratuidad de su amor. Que todo El es para nosotros gracia sobre gracia. Regalo puro. Y nuestra relación debe de ser filial, confiada, generosa y desprendida. Debemos aprender a abandonarnos en sus manos crucificadas por nosotros, signo de su amor fiel.