Domingo, Enero 25 2009

Esdeveniment
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Hoy es Domingo, el Día del Señor

Datos del evento
Tipo: 
Celebración
Fecha: 
25/01/2009 - 12:00

 

DOMINGO III DE DURANTE EL AÑO - CONVERSIÓN DEL APOSTOL PABLO, EN DAMASCO

Misa a las 12 del mediodía, cantada por los asistentes y con acompañamiento de órgano.

Como siempre, os agradecemos vuestra participación muy valiosa.

La comunidad cristiana de Sant Martí d'Empúries da la bienvenida y recibe con alegría a todos y a cada uno de los visitantes y participantes de cualquiera nacionalidad y religión.

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COMENTARIO:

Venid conmigo

Es urgente, es necesario tomar una decisión. Ha llegado la hora del Reino. La conversión y la fe son dos exigencias que no tienen aplazamiento. Es necesario responder inmediatamente. San Pablo nos habla de una oportunidad que no podemos dejar perder. El Señor me llama a cambiar de vida. Ha llegado el tiempo de Dios. La hora de mi respuesta a la misericordia inagotable de nuestro Señor. Es el momento de convertirnos, de reconocer nuestras infidelidades. De pedir perdón y abrir el corazón a la gracia y a la esperanza.

Pasando por la orilla del lago, me ha mirado. Jesús es capaz de dar un giro a mi vida, como un calcetín. Quiere que descubra un nuevo camino de horizontes imponentes, de luminosidad incomparable, de fidelidad al Espíritu. Nunca iremos solos. El siempre hará camino con nosotros. Mejor dicho: con su ayuda nosotros tendremos el honor de ir siguiendo de cerca sus pasos.

Si dejamos las redes y aceptamos su invitación, todo aquello viejo que forma parte de mi pasado será destruido; el pecado y el mal que hay dentro de mi quedarán para siempre sepultados por su infinita bondad y su perdón. Con El nace un mundo nuevo. Regresamos a la mañana de la creación, porque el Hijo de Dios ha querido parar tienda en nuestra Tierra para transformarla. Desde aquella primera llamada a orillas de Genezaret no ha dejado de llamar, uno a uno, cada cual por su nombre: Mujeres y hombres de todos los tiempos, de todas las edades y condiciones. ¡Qué misterio, el de la llamada! Y, también, qué misterio, el de la respuesta, personal e intransferible. El "sí" más trascendente. El "sí" de cada día.